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jueves, 17 de mayo de 2018

Humanistica


HUMANISTICA PARTE I

Catorce horas dieron lugar a mi aventura consciente. La concentración del stres y el mal manejo de la emoción no me permitieron culminar mi día en forma normal-adolescente sino que intervinieron en mis deseos de trascendencia intelectual y fue axial como poco a poco me aventure a escribir lo que me ha pasado.Mi existencia me pareció tan absurda y banal. Jamás había sentido tanto desprecio por la vida en la tierra, por la vida a la que se limitaban, por el concepto de existencia de los seres humanos y fue así como comenzó mi admiración por Sigmund Freud, Jorge Luís Borges, y A. Camus, ese “mundillo” me pareció insuficiente y partí en busca de mi propio “mundo”. Fue así como llegue a Humanística, realmente no se cual es su nombre, lo que se es que realmente este era mi “mundillo de trascendencia”.El suelo era verde y firme, era grama común de la que crece en los jardines, del mismo tamaño, espesor y color aunque en ese cielo se veía verde esmeralda, pero mientras mi mirada se aventuraba hacia el horizonte, el piso a la lejanía parecía no existir, haciendo semejante al vació espacial… En mi hubo tal incertidumbre y estupidez, que comencé a correr y a correr con deseos de caer en esa nada. Y Corrí, Corrí, y Corrí, por horas pero, no había terminado de llegar al vació espacial que esconde el horizonte. Fue entonces cuando me detuve y me di cuenta que no estaba ni un centímetro mas cerca de aquel vació; ¡no lo pude creer! Y voltee a ver todo el camino recorrido y en efecto, los árboles iniciales los había dejado muy atrás, lo que quiera decir que si había avanzado.Enseguida sentí una gran presión en el pecho cuando, frente a mi estaba sobre la grama ese efecto de vació espacial, y no supe hacia donde correr porque ese efecto cortaba mi camino en todos los puntos cardinales. El piso pronto se encogía a mí alrededor, sentí que esa tierra estaba flotando en medio de la nada y, que poco a poco el piso desaparecía.Y odie a los seres humanos por haberse limitado a su vida perfectamente tranquila en la tierra, y los odie por su costumbrismo y. por creer que siempre estarían en la seguridad de su planeta, por no preocuparse si algún día la tierra a sus pies llegara a desaparecerCerré mis ojos e imaginé como centímetro a centímetro el suelo iba desapareciendo y; y en ese imaginar dentro de la misma imaginación no pude soportar mi peso y caí de rodillas. Viendo en mi mente imagines y textos borrosos, se comenzaba a diagramar el efecto conspiratorio que la muerte proporcionaba al pensamiento de los seres humanos. Fue mucho lo que pensé, pensé cosas diferentes a: ¿Por que? ¿Qué me pasa? ¿Qué sucede? Y, busque respuesta; este no es un tema que me interese ampliar al inicio del texto; pero en el capitulo XII están mis resúmenes.Algo similar a días después deje de imaginar cosas y llena de confianza abrí mis ojos y; en lugar de estar de rodillas, estaba de pie, a partir de allí deduje que fue solamente una alucinación, sin embargo la grama aun se veía perdida en el horizonte… sin respuestas vi sobre mis pies descalzos, por cierto y sentí el verde esmeralda en mis talones y comprendí que esta era una tierra de oportunidades para crecer espiritualmente y que el intelecto lo ponía yo a partir de mis deducciones, las mismas que me dieron a entender que no era el piso el que desaparecía sino mi antigua identidad humana.Contemple el efecto de los colores y hubiese deseado que “Salvador Dalí” estuviese allí para pintárselos, así ustedes también serian merecedores de tan hermosa visión.Los árboles eran completamente negros en su tallo, raíz y, rama pero no estaban dotados de hojas sino de burbujas violetas de 15 centímetros de diámetros aproximadamente y el gas que emitían era semejante al color de escarchas magenta y plateadas, y de densidad menor a la arena del mar; este gas se disipaba con rapidez en un cielo, con los mas hermosos colores de sus nebulosas y a la izquierda miles de soles distantes con diferentes colores que puedo ver desde aquí, y un par de auroras, muchas estrellas y ninguna luna; con razón no las pasamos dibujando lunas, aquí e comprendido que este astro es un privilegio que le a sido otorgado a la tierra; pero este cielo no tiene absolutamente nada que envidiarle al pobre cielo que se ve en la tierra.


HUMANISTICA PARTE II

Anduve caminando mucho tiempo eres consciente de que estas allí, no piensas en otra cosa que contemplar y comprender este paisaje. Quería explicarles como fue que llegue aquí; pero no me fue permitido. La verdad es que me sentaba a escribir cosas que no había visto, y podía decírselos como si fueran historias anecdóticas, de pronto estaba allí, en humanística, sin embargo también estaba allí en mi sofá. Escribiendo y mientras aquí en la tierra me pasaba horas, en aquel lugar pasaba días de reflexiones profundas y semanas de aventuras…

La comida era esplendida, esos días estuve comiendo unas pepitas rojas (semillitas) que resultaban de romper los círculos violetas de aquellos árboles. Eran tan frescos, dulces y a la aroma y sabor… una vez se prueba se aborrece todo cultivo sobre la tierra.

En mi viaje me pregunto ¿seremos los humanos de aquí?... esta es una tierra solitaria, dotada de aquel alimento que quiero, el cielo que quiero y el suelo que quiero y, no veo a nadie en ella, ni un animal, ni una bestia, ni un para-hombre, solo yo, solo yo!.


HUMANISTICA PARTE III

¡Hey, hey, alguien!

-Perfecto, solo yo; y me quite la ropa, y corrí desnuda, y escribo desnuda, y me siento parte de todo, de todos y del todo.

Me pregunte, ¿Por qué siempre los mismos árboles?, ¿por qué siempre el mismo suelo?; pero me resulto imposible no creer que allí hubiese algo mas que yo…Me senté en la grama y también la probé; pero esta no sabía bien; pronto me puse analizar la composición celeste de este lugar y; en complemento de lo dicho anteriormente, ningún astro gritaba cerca de la humanística y a la vez, humanística no gravitaba alrededor de ningún astro pues, si bien he dicho que e pasado días y semanas aquí, no ha sido por efectos del claro oscuro, sino por simples deducciones mías. Supongo que tiene que girar en torno a un sol; pero ha de ser uno muy distante. La gravedad no es muy diferente a la de la tierra; debe ser un poco menor por que allí me siento un poco mas libre, no tanto como si volara, o si flotara pero, si me siento mas libre. El aire que aquí circula es respirable para mí. Esta aventura no puede ser producto de la imaginación porque no puedo sentir el aire dentro de mí, esa sensación de vida al respirar, este aire se disipa rápidamente kilómetros arriba de la planta por efecto de la gravedad. Creo que he perdido mucho tiempo, (me pongo la ropa, recojo unas semillas y sigo caminando)

Bajando una de las colinas me encontré con un sonido inconfundible, con el sonido del mar. Trate de verlo desde los árboles pero no pude. Cerré mis ojos, trataba de transportarme hacia allá y era imposible. Finalmente trate de llegar a la tierra y allí estaba de nuevo escribiendo para ustedes en el mueble, huyendo trate de llegar a humanística, a su mar y no pude. Estando de nuevo allí, escuchando el crujir del mar corrí y corrí, para tratar de llegar a el y me sentí muy desesperada me sentí como si fuese a ver vida inteligente allí, como si me fuese a encontrar una casita de caramelos, tal como Hansel y Gretel, hasta que finalmente lo vi, a kilómetros de mi, al final de la montaña en la que estaba.

Sin poseer conocimiento alguno baje rápido y me rompí las rodillas y las manos, tuve unos cuantos raspones y moretones; pero finalmente ahí estaba yo, frente al mar, mientras bajaba se me ocurrió anexar al texto lo siguiente: ¿Curiosísimo no? Plano como una llanura, extenso a kilómetro por kilómetro y, termina siendo una montaña, nada convencional, sin semejanza a la terrestre. ¡Adivina que fue lo que hice al llegar abajo! Me robe una piedra de ese mar increíble, pero no era arena lo que cubría esa superficie, sino un conjunto de piedras como si fuese un rió pero no con la tranquilidad de este, y extendidísimo.



Tristeza mía al no ver caracoles o animales marinos, no me extrañaba; puesto que ¡La única criatura parecía ser yo!, El mar cristalino a tal punto que se reflejaban los colores de las piedras en el. Del resto era la misma agua terrestre, bella, imponente, única, no era salada.

Estuve filosofando y me levante en busca de la vida de la que el agua era responsable, mire a mi derecha y habían fuertes olas, kilómetros de kilómetros de donde veía y a mi izquierda lo mismo; como no sabia nadar imagine un barco, pero nada que ver, así que camine al frente y me hundí, camine como si fuese piso y de vez en cuando pensaba en hundirme y, me sentía como cuando sueltas la cucharilla en la gelatina, y me hundía poco a poco. Así camine por días, ¿Como sabia que eran días? Pues a medida que pasaba el tiempo el aire se hacia mas frió o mas calido, así que supuse que esta tierra era redonda, cuando era de día y de noche.


HUMANISTICA PARTE IV

Paso mucho tiempo volver a visitar a humanística, creí haber perdido mis facultades para viajar hasta que mire de nuevo aquel cielo.

Se poco de humanística, se que su cielo es hermoso, y que sus mares son amplios, la verdad no es muy diferente a la tierra, lo que no comparten es que la tierra es madre y humanística esta aguardando, ella está a la espera de algo grande, de algo que no quiera pensar en algo diferente a la vida…


Nota: se promete un V, VI, VII. Para una época de mayor espíritu creativo...